SIGUIENDO AL DESTINO

Intempestivamente un dia

me encontré con un bolso de ilusiones.

Del bolsillo de afuera

rebosaban letras con fluidez de luna

que extasiadas de acurrucar palabras

fraguaron verso a verso

los reflejos de vida

hondos placeres

historias de amor

y hermanamiento.

Me la puse al hombro cual mochila

y me fui dando la mano a transeúntes

desgranando al tacto frases tiernas

antes de dejarla

a la vuelta  de la esquina,

al siquiente mortal

afortunado

que pueda seguir

la huella eterna.

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